El Monasterio de los Jerónimos de Lisboa
El Monasterio de los Jerónimos es el monumento más impresionante de Lisboa. Está situado en el barrio de Belem, muy cerca del Monumento a los Descubrimientos y la torre de Belem. Lo más fácil para llegar es coger el tranvía número 15 y bajar en la parada “Monasterio de los Jerónimos”.
Unos cuantos descuidos hicieron que necesitáramos tres intentos para visitar el interior del Monasterio. En nuestro primer intento, llegamos al atardecer y decidimos no entrar porque estaba a punto de cerrar. Lo dejamos para el día siguiente y a primera hora estábamos en la puerta del Monasterio. El problema era que era lunes y los lunes cierran (eso pasa por no tener bien apuntados los horarios…). A la tercera vez, por fin, pudimos entrar. Para que no os pase lo mismo, os dejamos los horarios para visitar el interior del Monasterio de los Jerónimos:
- Todos los lunes cerrado.
- De Mayo a Septiembre de 10 a 18,30h.
- De Octubre a Abril de 10 a 17,30h.
La primera vez que nos bajamos del tranvía y vimos el Monasterio, nos sorprendió muchísimo. La fachada es enorme e imponente. La luz dorada sobre el Monasterio al atardecer, le da un halo mágico.
Es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1983. Se empezó a construir en 1501 pero hasta final del s. XVI no se acabó.
El Monasterio está formado por la Iglesia (entrada gratis) y el claustro (entrada 7€). Se puede comprar entrada combinada con la Torre de Belem y el Monumento a los Descubrimientos, pero nosotros solo entramos al Monasterio de los Jerónimos.
La Iglesia es impresionante, mucho más que la Catedral de Lisboa que nos decepcionó un poco. Lo más impactante de la Iglesia son sus altas columnas llenas de detalles. En la Iglesia está enterrado Vasco de Gama. Las dimensiones de la Iglesia hacen que te des cuenta que no estás en un simple Monasterio, sino en el más importante de toda Portugal.
El claustro es también precioso. Los arcos y el patio están en perfecta armonía. Habíamos visto muchas veces el claustro en fotos y en persona nos pareció mucho más grande. En la segunda planta del claustro encontramos una exposición sobre la historia de Portugal y Lisboa enmarcado en el contexto internacional del momento. Nos pareció muy interesante, de hecho buscábamos algo así para conocer un poco más de la historia del país. Una exposición en forma de línea del tiempo muy fácil de seguir y muy útil.
El Monasterio de los Jerónimos nos encantó, tanto por fuera como por dentro. Ya que estábamos aprovechamos para comer en el barrio de Belem (ojo porque hay que huir de los típicos sitios turísticos y caros) y de postre nos compramos unos pastelitos de Belem en la pastelería más conocida de la ciudad.