Ruta por los pueblos medievales de Girona: desde Pals hasta Vilert

Habíamos viajado mucho por todo el mundo pero poco por Catalunya. Cuando la gente hablaba de pueblos, montañas y costas de Catalunya, nosotros no habíamos estado. Este año tocaba ponerle remedio al asunto y, para ello, hemos dedicado dos semanas a disfrutar de Catalunya y empezamos por los pueblos medievales de Girona.

Hoy os traemos una ruta preciosa por los pueblos medievales de Girona. Nosotros la hicimos en un día saliendo desde Barcelona y como destino final Vilert, alojándonos en una masía de ensueño donde olvidarte de todo (te hablaré de ella más adelante). 

Esta ruta la realizamos en coche ya que la frecuencia del transporte público entre estos pueblos es escasa. Si no dispones de coche propio, lo mejor será alquilar un coche para moverte. Te dará libertad y podrás viajar a tu ritmo por esta preciosa región. Como la ruta que te proponemos incluye bastantes pueblos, la mejor opción para desplazarte por esta zona de Girona es el coche para poder visitarlos todos e ir parando en aquellos lugares que más te llamen la atención.

Pals

Situado en el Baix Empordà, Pals cuenta con un casco antiguo muy bien conservado y lleno de encanto. Hay que ir con la idea de que es un pueblo muy turístico para no llevarse un desencanto con la infinidad de tiendas de souvenirs que invaden sus calles.

Dejamos el coche a la entrada del pueblo medieval de Pals, en un parking enorme de zona azul. Justo allí hay una plaza y echamos el ojo al restaurante donde comeríamos: restaurante La Vila. Era viernes y el menú de mediodía de 11€ valía mucho la pena. El restaurante estaba lleno de gente. Calidad-precio de 10.

Las calles de Pals te transportan a tiempos pasados. Destaca su campanario, conocido como Torre de les Hores, del s.XI-XII de planta circular. Cerca del campanario se encuentra la iglesia de Sant Pere y la muralla medieval. 

Un pueblo muy bonito que nos dejó muy buen sabor de boca.

Monells

Este pueblo medieval se ha hecho famoso a raíz de que se rodara “Ocho apellidos catalanes” aquí. Es un pueblo muy chiquitín que podréis ver en poco rato pero muy bien conservado con sus casas de piedra.

Cruïlles

En la plaza de Cruïlles encontramos la iglesia y la torre del homenaje de 26m de altura. La torre cuenta con una leyenda curiosa: el señor feudal de Cruïlles mandó construir la torre con piedra. Llegados a una altura, las piedras se les acabaron y el capataz mandó seguir construyendo la torre con las piedras del río (se puede ver las distintas piedras en la torre). Cuando el señor feudal lo vio, dijo que qué estaban haciendo, mató a todos los hombres  y los enterró en la torre, encima de las piedras de río. Los que continuaron las obras de la torre, no osaron volver a poner piedras de río y acabaron la torre en piedra buena.

Madremanya

La gran iglesia fortificada destaca en lo alto de Madremanya. Su casco antiguo medieval está formado por calles estrechas de piedra, pequeñas plazas y una muralla. De Madremanya nos sorprendió la cantidad de hoteles y casas rurales que tenía el pueblo.

Vilert

Y llegamos a Vilert, un pequeño pueblo de 50 habitantes situado en la zona conocida como “la Toscana catalana” y con un ambiente encantador. Nosotros decidimos alojarnos en una masía a solo 5 minutos en coche, Hotel Masia La Palma. Así, aparte de los pueblos medievales que hoy os enseñamos, aprovechamos el fin de semana para conocer Cap de Creus y la Costa Brava.

El hotel está en un entorno absolutamente precioso y tiene una amplia zona de jardín con piscina. El interior también está muy cuidado: las habitaciones están decoradas con mucho gusto y nuestra cama era comodísima. Otro punto a su favor es su restaurante y su spa (aunque este servicio se paga aparte). La verdad es que podría haberme quedado a vivir aquí perfectamente, jajaja. Desconectamos mogollón y te recomiendo de corazón comprobar disponibilidad de Hotel Masia La Palma para tus días de aventura.

Gracias a los consejos que nos dio el personal del alojamiento pudimos continuar el viaje descubriendo rincones preciosos de Cap de Creus y Cadaqués. Además, nos hablaron de rutas de senderismo chulísimas que puedes hacer en las inmediaciones del hotel.

¡De verdad que esta ruta por los pueblos medievales de Girona hasta Vilert fue una maravilla! Espero que vivas unas jornadas tan relajantes como nosotros.