Abadías de la ruta cátara: Abadía Fontfroide y la Abadía de Lagrasse

La ruta cátara del sur de Francia está llena de murallas, castillos, pueblos medievales y abadías. Hoy os hablamos de la Abadía Fontfroide y la Abadía de Lagrasse, dos de las más importantes de la ruta.

Abadía Fontfroide

Si se viaja de España (por la costa) a Carcassone, la abadía Fontfroide pilla de camino. Es un lugar tranquilo donde podréis conocer esta importante abadía cisterciense del siglo XII. Está bien indicado por la carretera, por lo que no tiene pérdida.

La abadía se encuentra en un valle por lo que el entorno natural es precioso. La época álgida de la abadía fue en el siglo XIV gracias a las subvenciones de diferentes familias nobles. Los monjes cistercienses no podían salir del monasterio. De la ganadería y la agricultura se encargaban los “legos”, campesinos analfabetos que trabajaban para la abadía.

En la visita a la abadía se pasan por todas las estancias. La más bonita es el claustro, lugar de meditación y lectura de los monjes. En una de las estancias que daban al claustro, nos encontramos un coro cantando oraciones.

La iglesia de la abadía, aunque oscura y vacía, nos hace hacernos una idea de la importancia del lugar ya que mide más de 20 metros de altura. Una de las más grandes de la orden de los cistercienses. 

Se pasa también por diferentes capillas, por el patio de trabajo y el callejón de los legos. Finalmente se llega a los jardines de la abadía. Están bien cuidados y se obtienen buenas vistas del conjunto de la abadía aunque los jardines en sí tampoco son demasiado espectaculares.

La abadía tuvo sus altos y sus bajos en la historia. Por ejemplo, los monjes abandonaron la abadía durante la Revolución Francesa. Ya finalmente, en 1901 la comunidad de Fontfroide se exilia a España y desaparece la vida monasterial. 

Bajo nuestro punto de vista, no es un lugar que recomendaríamos 100% si nos tuviésemos que desviar mucho de nuestro camino para ir de propio a Fontfroide. Pero como su situación es buena y se puede parar aquí de camino a Carcassone creemos que vale la pena. Como veréis a continuación, creemos que la abadía Fontfroide es mucho más interesante que la abadía de Lagrasse por lo que recomendamos que os acerquéis hasta aquí para completar vuestra ruta cátara.

Abadía de Lagrasse o abadía de Santa María d’Orbieu

La abadía de Lagrasse nos decepcionó un poco. Esperábamos poder ver la abadía entera, tal y como hicimos en Fontfroide pero cuando compras las entradas te dicen que solo hay una parte visitable porque en la otra parte viven los monjes. La parte que ves es la parte medieval de antiguos dormitorios y un pequeño patio. La corta visita se hace en 15 o 20 minutos. Lo que dejas de ver es el claustro, la iglesia y las estancias de alrededor del claustro, lo más bonito de cualquier monasterio.

La parte visitable es pequeña, nos gustaron las arcadas del antiguo dormitorio pero nos decepcionó el resto. Las estancias están completamente vacías (incluida la capilla). Lo único que se salva es una sala de proyección donde te ponen un vídeo en francés de lo que fue la abadía para la región en su época. 

Hemos de decir, que el pueblo de Lagrasse nos gustó mucho. Un pueblo chiquitín, muy bien conservado y empedrado, con un bonito río y puente. Además, comimos muy bien allí. 

Como es un pueblo cerca de Carcassone, vale la pena acercarse hasta aquí si disponéis de tiempo libre. El pueblo es bastante turístico. Pero siendo sinceros, creemos que la abadía de Lagrasse es prescindible si habéis estado en la de Fontfroide o si habéis visto ya otras abadías en otros sitios.