Descenso del barranco de Masca y vuelta en barco

El descenso del barranco de Masca es una de las rutas de senderismo más bonitas que hemos hecho nunca. El descenso se inicia el caserío de Masca, en el Parque Rural del Teno de Tenerife. El macizo del Teno es una zona privilegiada paisajísticamente hablando. Para llegar hasta la zona, tendrás que sufrir carreteras llenas de curvas y fuertes pendientes. A cambio, te esperan altas montañas, paredes volcánicas y desfiladeros que te dejarán sin palabras.

El caserío de Masca tiene unos 100 habitantes que actualmente se dedican al sector turístico. Parece mentira que, hasta hace pocas décadas, los caseríos del macizo del Teno permanecieron aislados por la dificultad de establecer comunicación. Lo bueno es que, gracias a este aislamiento, se ha conservado la naturaleza y las costumbres de la zona.

Organización del descenso del barranco de Masca

Para hacer el descenso del barranco de Masca, se ha de pensar muy bien en la logística del día. Una buena organización es fundamental para no tener sorpresas y quedarnos tirados en medio de la nada.

Has de saber que el 99.9% de la gente que decide hacer el descenso del barranco de Masca hace únicamente el descenso. Has de estar muy bien preparado físicamente si, una vez realizado el descenso, quieres volver a subir el barranco andando.

Nosotros realizamos solo el descenso del barranco de Masca. Esto quiere decir que teníamos que buscar la forma de volver a subir sin usar nuestras piernas.

Dejamos el coche de alquiler en el caserío de Masca. Hay un parking gratuito justo donde empieza el inicio del descenso. Te avisamos que la carretera que va desde Santiago del Teide hasta Masca es un ir y venir de curvas cerradas. Eso sí, las vistas son preciosas.

El descenso del barranco de Masca acaba en una pequeña playa. Desde la playa (si no quieres subir otra vez el barranco) tendrás que coger un barco que te lleve hasta el puerto de los Gigantes. Puedes comprar los tickets del barco directamente en la playa. El precio es de 10€. El horario de los barcos desde la playa de Masca hasta los Gigantes es el siguiente: 13.30h, 15.30h, 16.30h. Solo hay estos 3 horarios de regreso por lo que te tendrás que combinar bien la hora de finalización del trekking para poder coger uno de estos barcos.

Cuenta que el descenso del barranco de Masca dura entre 3 y 4 horas dependiendo de las paradas que quieras hacer. El trayecto en barco de la playa de Masca hasta los Gigantes son 10 minutos.

Una vez en el puerto de los Gigantes, puedes volver al caserío de Masca (donde tienes el coche) con una combinación de 2 autobuses o bien en taxi. La frecuencia de los autobuses es muy escasa. Nosotros cogimos el barco de las 13.30h y el próximo bus no pasaba hasta las 17.30h por lo que escogimos el taxi. El taxi desde el puerto de los Gigantes hasta el caserío de Masca nos costó 23€. 

Otra opción es realizar toda esta logística de forma inversa. Es decir, dejar el coche aparcado en el puerto de los Gigantes y coger un taxi hasta el caserío de Masca para iniciar el descenso. Realizas el descenso del barranco de Masca y cuando llegas a la playa coges el barco que te lleva hasta los Gigantes donde tienes el coche. Nosotros preferimos dejar toda la logística de transporte para el final del día porque queríamos priorizar llegar temprano al punto de inicio del descenso para no encontrarnos a gente.

Nuevas medidas del barranco de Masca 2021

El barranco de Masca ha estado 2 años cerrado por rehabilitación. El 27 de marzo de 2021 se vuelve a abrir el sendero, pero con restricciones:

• Sólo estará abierto los fines de semana y festivos.
• El aforo estará limitado a 25 personas cada media hora para preservar el entorno.
• Quien quiera bajar por el barranco de Masca se ha de apuntar en esta web. Es gratis, pero así controlan el aforo.
• En una primera etapa inicial, no funciona el embarcadero hacia los Gigantes, por lo que, una vez acabes el barranco y llegues a la playa, hay que volver a deshacer el camino y subir el barranco de Masca hasta el punto de inicio. Calcula unas 3h 30 min para el ascenso.
• Hay que llevar casco.
• No está permitido llegar con tu propio barco a la playa del barranco de Masca.

Descenso del barranco de Masca

Iniciamos el descenso del barranco de Masca en el punto donde encontramos un cartel que nos advierte del peligro de desprendimiento durante el descenso. Debido a este peligro, esta ruta no está homologada por Tenerife. No obstante, encontramos el camino mucho más preparado de lo que nos esperábamos. 

El barranco de Masca es un gran cañón que se desciende en un total 3h (puede durarte más si haces muchas paradas). El desnivel es de unos 750 metros y el trayecto son unos 7 Km. La dificultad de esta ruta sería media. La recomendamos para todos aquellos que tengan una condición física suficiente para aguantar trekkings de media jornada. En cuanto a hacer el descenso del barranco de Masca con niños, solo lo recomendaríamos a partir de los 12 años aproximadamente (cuando ya son suficientemente altos como para dar zancadas grandes para bajar solos). 

Como hemos dicho antes, esta ha sido una de las rutas de senderismo más bonitas que hemos hecho nunca. Gracias a que madrugamos (y que era entre semana), realizamos el descenso por el barranco de Masca completamente solos. Durante todo el trayecto solo nos encontramos a dos parejas más. Esto es bastante inusual ya que es una ruta muy conocida por los turistas y, según nos dijeron, suelen llegar en autobuses que masifican el sendero. 

Disfrutamos de la naturaleza y de los impresionantes desfiladeros como auténticos piratas. La zona del barranco nos recordaba al típico paisaje de isla caribeña. Antiguamente, en la zona de Masca, los corsarios escondían sus tesoros. Después de haber recorrido ese barranco, te podemos asegurar que si escondían un tesoro allí era imposible de encontrar. El terreno es completamente inaccesible en muchos casos. 

La vegetación durante el descenso nos dejó sin palabras. Había trozos del sendero que transcurrían por zonas que parecían la selva. Otros tramos eran zonas áridas con palmeras. Todo esto se combinaba con desfiladeros muy parecidos a los que uno puede encontrar en Jordania. La mezcla es simplemente espectacular.

En cuanto a la fauna, nos encontramos cabras, libelulas rojas, pájaros preciosos y lagartos.

Durante el descenso del barranco de Masca te encuentras unos carteles con números que indican el camino. Estos carteles están un poco escondidos. Aunque el camino está bien marcado, hubo un punto que nos despistamos y perdimos el camino. Fue justo al principio, cuando pasas a través de un puente. Pasado el puente hay que tirar hacia la derecha por el camino (la verdad que se ve bien) pero nosotros íbamos hablando y tiramos recto. Empezamos entonces a subir por una montaña y por un camino (si se puede llamar camino) donde solo estábamos las cabras y nosotros. Cuando nos empezamos a cuestionar que estábamos subiendo demasiado y que aquello era demasiado difícil para continuar, nos dimos cuenta que nos habíamos perdido. Volvimos hacia atrás hasta llegar otra vez el puente y vimos tan claro el camino bueno que no sabíamos cómo nos pudimos llegar a despistar.

Ante la duda, tenéis que tener en cuenta que se trata de un descenso de un barranco, por lo que tendréis que estar bajando siempre.

Ese trozo en el que nos perdimos nos cansó bastante. Íbamos ya cansados del trekking por el Parque Rural de Anaga que habíamos realizado dos días antes. Lo bueno es que, visto en perspectiva, el resto del descenso del barranco de Masca nos pareció super fácil.

Caminamos casi todo el rato a través de desfiladeros con paredes volcánicas altísimas. Esto quiere decir que, en la mayor parte del trayecto, da la sombra. Se agradece mucho que no esté el Sol picando durante el descenso. La última media hora antes de llegar la playa de Masca es más dura justamente porque acaba el desfiladero y el Sol aprieta. Empezamos entonces a escuchar el mar. Sabemos que la playa está cerca, pero los últimos metros son más duros por el cansancio acumulado en las piernas.

Es muy importante que se lleve comida y bebida suficiente para toda la jornada. Nosotros nos llevamos dos bocadillos (uno lo comimos en una parada y el otro a la llegada a la playa). Una vez que empiezas el descenso, no hay vuelta atrás para comprar nada.

La playa de Masca y vuelta en barco

La playa de Masca se presenta como un espejismo al final del descenso. En el último trozo del descenso teníamos las piernas ya cargadas y vino fenomenal esa pequeña calita en la que pudimos descansar y darnos un baño.

Cuando llegamos a la playa de Masca encontramos a dos personas debajo de sombrillas que eran de dos agencias de barcos que te llevan hasta los Gigantes. Uno de ellos tenía apuntada nuestra reserva. Le pagamos y nos fuimos a disfrutar de la playa. Teníamos una hora para comer y darnos un bañito antes de salir con el barco.

Puede ser que en la playa de Masca os encontréis a más gente que vayan de propio a la playa con el barco desde los Gigantes y después se vuelvan otra vez con el barco. Éramos 6 en la playa. Algunos hacían nudismo.  La playa no tiene sombra, así que es mejor disfrutar del agua para quitarse el calor del cuerpo.

El regreso en barco fue precioso. Más que un barco era una especie de lancha. Tuvimos una vista privilegiada de los acantilados de los Gigantes, una de las atracciones turísticas imprescindibles de Tenerife. Pasar tan cerca de los acantilados y ver las aves que viven allí fue el broche final de ese fantástico día.

Una vez en los Gigantes, cogimos un taxi que por 23€ nos llevó hasta el caserío de Masca donde teníamos aparcado nuestro coche. 

El descenso del barranco de Masca fue lo que más nos gustó de nuestro viaje a Tenerife. Quizá sea porque disfrutamos de esa brutal naturaleza completamente solos. O quizá porque no nos esperábamos esos paisajes tan salvajes. Sea como sea, si en tu viaje a Tenerife incluyes esta actividad, estamos seguros que no te defraudará.