¿Dónde encontrar frailecillos en Islandia? Avistamiento de frailecillos y otras aves

Una de las cosas que visitar en Islandia son los acantilados para ver frailecillos. Islandia es de los pocos países donde se pueden ver estas simpáticas aves así que hay que aprovechar la ocasión para poder verlos. 

No te pienses que es fácil ver frailecillos en Islandia. Hay que ir en busca de ellos. Nosotros tuvimos suerte y pudimos ver frailecillos (o puffins) en 3 lugares distintos del país. Mucha gente los busca y no los encuentra, pero nosotros estamos muy contentos de haberlos podido ver en tantas ocasiones.

Lo primero que has de saber es que podrás ver frailecillos en Islandia solo entre principios-mediados de Junio hasta mediados a Agosto aproximadamente. Si viajas a Islandia durante el verano, es bastante probable que los encuentres si vas en su búsqueda.

¿Dónde encontrar frailecillos en Islandia?

Nosotros los vimos en estos sitios:

Dyrholahey

Dyrholahey está en el sur de Islandia, muy cerca de Vík. Es una zona de acantilados y playas negras donde anidan los frailecillos y otras aves. En los acantilados, justo al lado del parking, vimos algunos y por la playa vimos bastantes más. Están nadando en el mar en busca de peces que después se llevan a los acantilados. Esta zona es muy conocida para el avistamiento de frailecillos en Islandia. Eso sí, cuidado a qué hora vais porque había un cartel que decía que a las 19h se cerraba la carretera.

En el norte más norte

No teníamos planeado llegar hasta este punto de Islandia pero el mal tiempo por la zona de Myvatn nos hizo improvisar y empezar a hacer quilómetros con la furgo. Llegamos a Raudinupur Cape, un lugar de avistamiento de todo tipo de aves. Este lugar es estremecedor. Puedes dejar tu vehículo en la granja Núpskatla que hay (abrir la verja y volver a cerrarla) y caminar hacia los acantilados dirección el faro. Allí vimos la colonia más grande de frailecillos de Islandia de todo el viaje y los tuvimos a escasos metros de nosotros. Pero no solo había frailecillos, multitud de aves estaban allí anidando, todas conviviendo en los acantilados en diferentes “capas”. Es decir, arriba había un tipo de aves, más abajo otro, y así iban haciendo capas por los acantilados. Un lugar MUST para los amantes de los pájaros y para todos los curiosos.

En el oeste de Islandia

De los acantilados de más al norte, nos vamos a los acantilados de más al oeste. En la península de Snaefellsnes, y justo al lado del faro Svörtuloft encontramos otra vez muchísimas colonias de aves anidando. Una de ellas eran los frailecillos.  El lugar nos gustó mucho. La carretera es bastante mala, de gravilla y con baches pero estábamos al final del viaje y ya estábamos curados de espanto con las carreteras así que la recorrimos sin problemas. Desde el faro, se tienen vistas al volcán Snafell, protagonista del libro Viaje al Centro de la Tierra de Julio Verne. Además, los campos de lava que rodean el faro lo hacen uno de los lugares más bonitos de todo el país.

En este post os hemos dejado los 3 lugares donde nosotros pudimos ver frailecillos en Islandia y sin pagar por un tour. Hay muchos otros. Normalmente contra más os adentréis en los acantilados, más probabilidades tendréis de verlos. Una de las ventajas de viajar en furgoneta por Islandia fue que pudimos alejarnos bastante de la ruta prevista para llegar a sitios remotos donde ver los frailecillos.

Si no tenéis suerte, desde Reikjavik salen tours para avistar frailecillos en barco. Nosotros no lo consideramos necesario si los encontráis por la isla ya que encontrarlos por mérito propio da mucha satisfacción y también es probable que con el tour se os escapen. Pero que sepáis que también tenéis la opción.

Si disponéis de tiempo (y os hace gracia), también podéis hacer un tour a la isla de Vestmannaeyjar, situada al sur del país, donde dicen que también hay muchos frailecillos en verano.

¡Ya veis, opciones y oportunidades para ver frailecillos en Islandia tendréis muchísimas! 

¿En Islandia se comen a los frailecillos?

Pues sí… y esto lo descubrimos nuestro último día en el país. No veáis qué decepción. El último día llegamos a Reykjavik, tras dejar la furgo, teníamos un día entero hasta que llegase la noche que cogeríamos nuestro vuelo para recorrer la capital islandesa. Cuando se acercó la hora de comer, los restaurantes pusieron sus cartas en la calle. Eso que nos fijamos en una y vemos que el menú del día era: Ballena de primero y frailecillo al horno de segundo. Lo primero que pensamos fue que era una broma para captar la atención de los turistas… pero fuimos mirando en otros restaurantes y el “puffin” o “frailecillo” estaba en las cartas. 

Nos asombramos un montón. Después de ver a los frailecillos por Islandia y haberles cogido tanto cariño, no esperábamos que los islandeses se los comiesen. ¡Si había carteles en algunos acantilados de que no te acercases a ellos para que viviesen tranquilos! Y ellos se los comen… En fin, ¡una anécdota! Nosotros no lo probamos. ¿Y vosotros, habéis probado el puffin?